Luego de las restricciones de 2020 y tras gestiones de Sernapesca, Rusia admitirá productos provenientes de 34 empresas acuícolas pero mantendrá la suspensión de importaciones de 7 empresas salmoneras.

El pasado 29 de octubre entró en vigor la suspensión de exportaciones de siete plantas salmoneras chilenas a Rusia, tras detectarse incumplimientos sanitarios en sus operaciones. La medida, anunciada por el Servicio Federal de Supervisión Veterinaria y Fitosanitaria (Rosselkhoznadzor), afecta a algunas de las principales empresas del rubro: Salmones Blumar, Cermaq Chile, Salmones Camanchaca, Exportadora Los Fiordos, Crustáceos Sur, Pesquera Torres del Paine y Álvarez y Álvarez.

Cuatro de ellas -Blumar, Camanchaca, Los Fiordos y Cermaq- poseen concesiones  dentro de parques o reservas nacionales, según datos de la Subsecretaría de Pesca.

“Debiera resultar alarmante que se cierren las puertas de mercados internacionales por consideraciones sanitarias respecto de empresas que actualmente mantienen concesiones al interior de áreas protegidas, como reservas y parques Nacionales. Si sus productos están siendo objeto de observaciones por consideraciones sanitarias, a nivel interno debemos cuestionar igualmente las condiciones sanitarias que están generando al interior de áreas protegidas”, expresó Erwin Sandoval, presidente de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén (CODESA).

Desde las autoridades rusas acusan incumplimientos sanitarios detectados durante una inspección reciente, los cuales impiden la certificación. Este no es un caso aislado: en 2020 el mismo país había restringido el ingreso de salmones chilenos por la presencia de antibióticos y fallas en la documentación de exportación.

Según el informe oficial de SERNAPESCA 2024, el promedio de antibióticos utilizado fue de 340 gramos por tonelada de salmón producida. Esta cifra es 10,8% superior a la que se había registrado en 2023, en que el consumo de antibióticos fue de 310 gramos por tonelada de salmón producida. “El aumento de uso de antibióticos que se registró el año 2024 sólo hace más evidente la necesidad de que las concesiones salmoneras salgan de áreas protegidas”, enfatizó el presidente de CODESA y miembro de la campaña Salvemos la Patagonia, que tiene por objetivo la salida de las concesiones salmoneras, sin relocalización.

Además, Sandoval relaciona la prohibición de Rusia con las propuestas de los candidatos presidenciales, que han sido calificadas como insuficientes por diversas organizaciones ambientales.Esta decisión adoptada por Rusia igualmente debe constituir una alerta para quienes, en la efervescencia electoral, promueven el debilitamiento de la normativa ambiental en industrias como la salmonera. Decisiones como esas no solo generarían un severo impacto ambiental en las áreas en que operan, sino que igualmente un significativo impacto económico al no poder acceder a mercados con determinadas exigencias ambientales”.

Actualmente, dentro de las áreas protegidas de Chile existen 408 concesiones salmoneras, cerca de un tercio del total de concesiones. Lo que ha llevado a que estos espacios, que deberían ser refugios de biodiversidad, se transformen en zonas de alto impacto ambiental.